En cuatro funciones durante los últimos fines de semana de abril, Malucha Pinto y su hermano Aníbal, invitaron al público a un emotivo viaje de una familia con el nacimiento de un niño con daño cerebral.
Un recorrido por diversas estaciones: el anuncio, el asombro, la negación, el encuentro con los médicos, el desencuentro, la fuerza, el dolor, la rabia, el miedo, la ternura, el cansancio, la gratitud, la alegría y finalmente la aceptación de la diversidad como una manera de construir familia.
Al finalizar cada función, los espectadores conversaron con los artistas sobre la obra y las diversas emociones que pasaron con las escenas y la música de este montaje. Una puesta en escena honesta y delicada que no deja a ninguna persona indiferente al contacto con los sentimientos más profundos.